El equipo de la marca de upcycling  ha transformado las lonas publicitarias que cubrieron el Reale Arena durante la pandemia en neceseres que ha entregado a profesionales sanitarios de Gipuzkoa
 
 
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Emaús Gipuzkoa suma a la Real Sociedad, a la relación de clientes corporativos que apuestan por convertir las lonas publicitarias de sus eventos o acciones de comunicación en productos de regalo corporativo sostenibles y solidarios. En este caso, a través de su marca sindesperdicio, ha convertido las lonas que cubrieron el Reale Arena durante la pandemia en 500 neceseres que el equipo txuri urdin ha entregado, en un acto celebrado hoy en el estadio txuri urdin, a representantes del Colegio de Enfermería y el Colegio de Médicos de Gipuzkoa, como reconocimiento a su esfuerzo durante la crisis sanitaria.
 
 
A través del proyecto “Emaús Gipuzkoa: una organización ambidiestra” –iniciativa financiada por CEPES y el Fondo Social Europeo dentro de su Programa operativo de inclusión social y economía social– la organización está dando un nuevo impulso a sindesperdicio, potenciando su competitividad e innovación, como vía para crear nuevos puestos de trabajo para personas en riesgo de exclusión social. La captación de clientes institucionales que quieren sumarse a la economía circular es uno de los ejes estratégicos de este impulso. 
 
 
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El diseño y producción de estos neceseres, que han sido confeccionados en los talleres que Emaús Gipuzkoa tienen en Arrasate, es  la primera colaboración de Emaús Gipuzkoa con el equipo de fútbol.  “Nos ha encantado formar parte de este proyecto circular que, además, tiene ese componente de reconocimiento al personal sanitario que ha trabajado sin descando durante la pandemia ”, explica Jennifer Fernández, responsable de producto se sindesperdicio. 
 
Las lonas publicitarias están fabricadas,  en su mayoría, de PVC. Se trata de un material muy contaminante cuya degradación es muy lenta, se estima que tarda unos 180 años en descomponerse. Sindesperdicio evita que acaben en el vertedero y les ofrece una segunda vida, al tiempo que crea empleo para personas en riesgo de exclusión social. En la actualidad, XX personas trabajan en  la marca, que en el marco del nuevo plan de competitividad ha puesto en marcha un servicio de diseño y creación de muebles y espacios sostenibles.
 
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